La cocina española puede resultar, al menos, curiosa para los que nos visitan. Hoy vamos a conocer platos que para muchos, les resulta increíble que alguien se los pueda comer, o que aquí triunfen tanto.

 

Calçots

Son cebollas alargadas que se cuecen a la brasa, se mojan con salsa romesco y se comen de pie. Dicho así, no parece un plato demasiado apetitoso, pero cuando uno lo prueba por primera vez entiende porque los catalanes les encanta. Si decides pasar tus vacaciones en Cataluña los podrás degustar en muchos restaurantes. ¡Y recuerda llevar ropa de recambio por si te manchas de ceniza!

 

El uso del aceite de oliva

Freír, cocer, aliñar, macenar… El aceite de oliva es un producto imprescindible en nuestra cocina y a diferencia de otros países, lo usamos para casi todos los platos de una forma u otra.

 

Caracoles

Aunque no sea uno de los platos más populares de la cocina española, en algunas regiones se tiene mucha devoción por los caracoles. Probablemente os sorprenderá su popularidad en Cataluña teniendo en cuenta que para muchos os puede resultar un animal nauseabundo.

 

Aprovechar todo del cerdo

El refrán no engaña, “del cerdo se come hasta sus andares”. El jamón es tremendamente adorado por los que nos visitan. Ahora bien, muchos os vais a sorprender cuando leáis en la carta de los restaurantes que os podéis pedir manitas de cerdo, orejas, los sesos, los morros, la lengua…

Al igual que se puede comer cada parte de su cuerpo, también se puede embutir. La morcilla embutida por ejemplo, se elabora mediante su sangre coagulada, hecho que sorprende a muchos viajeros. Si soy de Gran Bretaña ¡no confundirla con el black pudding!

 

Gulas

Para los españoles se trata de una alternativa a las angulas. Sin embargo, los turistas, ya sean angulas o gulas, les pueden parecer unos “gusanos” hechos con ajo y guindilla. ¡No os dejéis engañar por su apariencia, son realmente sabrosos!

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