Girona está llena de historias sobre misterios inexplicables y acontecimientos curiosos. Descubre una nueva faceta de la ciudad….

Sant Narcís y las moscas

Esta es una de las muchas leyendas que aún sobreviven en Girona y que los gerundenses conocen muy bien.

Según cuenta la leyenda, en 1285, bajo la orden del rey francés Felipe el Temerario, Girona fue rodeada por tropas francesas que saquearon y dañaron numerosas iglesias de la ciudad. Cuando las tropas entraron en Sant Fèlix, con la intención de profanar el cuerpo de Sant Narcís, patrón de la ciudad, empezaron a salir moscas gigantes del cuerpo del antiguo obispo, matando a muchas de las tropas francesas y a sus caballos.

Hasta el día de hoy, la mosca es una especie de héroe para el pueblo gironí, por lo que se pueden ver moscas de piedra por toda la ciudad.

La Bruja de la Catedral

Cuenta la leyenda que una vez, una mujer que vivía en Girona, conocida por practicar la brujería, empezó a tirar piedras a la Catedral. Otras versiones de la historia dicen que ella tiraba las piedras a la gente que participaba en las procesiones religiosas. En cualquier caso, como explica Carles Vivó en el libro `Leyendas y misterios de Girona’, está claro que sus objetivos eran símbolos religiosos. Entonces un día, cuando se estaba preparando para lanzar otra piedra, la mujer misma se convirtió en piedra; fue colocada en el punto más alto del edificio, mirando hacia abajo para que no salieran más maldiciones de su boca. Así se creó la que se dice que es la única gárgola humana de la Catedral de Girona.

El trasero de la leona

Otra leyenda imperdible de Girona: la del “cul de la lleona”. Según la tradición, si se visita Girona, hay que besar el fondo de la estatua de la leona (C/Calderers, 8). Es una forma de demostrar que quieres volver a la ciudad, quizás incluso quedarte para siempre.

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