Entre la fantasía y la realidad, miles de niños  del mundo viven la celebración de la Pascua donde se mezclan la tradición, los valores y un juego familiar que será recordado en la vida adulta. huevos de pascua pintados

Uno de los días más esperados por los niños es el Domingo de Pascua, con la llegada del Conejito, el que esconde los ansiados huevos de chocolate. Para los más pequeños la experiencia es un juego, una ilusión que los invita a participar en una tradición cristiana, pero también es una gran oportunidad de transmitir valores y conceptos en forma lúdica.
El huevo como origen del universo se encuentra en los mitos de todo el mundo. Desde los comienzos de la humanidad ha sido sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. También es símbolo de esperanza, y desde el siglo XIX con la aparición de los primeros conejos y huevitos de chocolate para celebrar Pascua, también es parte de las fantasías y juegos de los niños cristianos del mundo.
La costumbre de esconder huevos pintados en el campo o en los jardines de las casas, para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran, se sigue manteniendo en muchos países.
La Pascua tiene distintas manifestaciones, en diversos lugares del planeta. Diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos) han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con esta época de renacimiento primaveral.

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